Al principio solo me fije en lo cerca que quedaba de mi casa y lo bien que se estaba allí dentro, un sitio recogidito y tranquilo donde poder estar tranquila.
Al paso de los días empecé a tratar con ella, al ser la encargada era normal, pero había algo que me llamó la atención, siempre tenia un comentario agradable, y eso hacia que me apeteciera volver allí.
Así empecé mi amistad con ella, día a día, con un libro en la mano, y ahora me está alegrando la vida.
Todas las mañanas voy a la biblioteca a leer el periódico, coger libros o a consultar Internet, pero sobre todo a verla, es alucinante, siempre tiene las palabras adecuadas para que todo mi mundo se pare y pueda seguir respirando.
Que suerte tengo con la gente que conozco, algo me tenia que salir bien, las mañanas no serian iguales sin ella, y sin el vermú de rigor que nos tomamos al cierre.
Gracias Henar, porque me ayudas a seguir adelante en otro verano roto, y sin duda esto no tiene precio. Si lo sabré yo.
Ni tampoco el poder reírnos de ese que tu y yo sabemos... si, soy mala, lo sé, pero seguro que te he sacado una sonrisa.
Hace poco que te conozco y ya te quiero como si llevaras años conmigo.
1 comentario:
Gracias. Yo soy la que ha tenido la gran suerte de conocerte y,aunque no lo creas, tú tambien me estás ayudando mucho a llevar mi pena con resignación. Besos y más besos. Henar
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