viernes, 30 de julio de 2010

AL NORTE

Me pasé el fin de semana entre el cielo y el mar.




Viendo, desde palacios hasta faros,







Y haciendo mi primer viaje en barco.




Lo mejor el atardecer y la compañia...


Habrá que repetir.

viernes, 23 de julio de 2010

LOS BUITRES MEJOR LEJOS (Menos los que vuelan)

La gente se pierde en rumores y mentiras, con lo fácil que es vivir sin deber nada a nadie.
Me he dado cuenta (una vez más) de la suerte que tengo al rodearme de gente que se llena la cabeza con conocimientos necesarios, como la cultura, gente que no te pregunta nunca cuanto ganas y dónde trabajas, o porque tienes un coche grande.
Las circunstancias han querido llevarme a conocer a tipejos rastreros y mentirosos, que no hacen más que dejarse llevar por la pareja de turno, no menos aprovechada, y consumir hasta no poder más, amén de dejarse la cuenta de ahorros en ello y seguir con cara de amargados.
No saben disfrutar del paisaje, si no tienen una tienda cerca, o un restaurante caro, dónde poder suplir sus carencias afectivas a base de empachar sus conciencias, para luego querer empezar un régimen que no sirve de nada.
Orgullosa estoy de mis viajes con el seat-ritmo y el Petu, a destrozarnos la piel por ver cosas, y saborear cada minuto de ocio, aprendiendo de aves, plantas y costumbres ajenas.
Orgullosa estoy de mi gente, con la que puedes empaparte de conocimientos una tarde en una terraza, por 4 euros. Sin tener que despellejar al vecino.
Y orgullosa estoy de perder de vista a gente con malas artes, y pegarme a alguien que quiere compartir conmigo viajes de atardeceres, mañanas y noches, sin tener que consumir más de lo necesario.
He dicho.

domingo, 18 de julio de 2010

ESPECTACULAR, ALEJANDRO FERNANDEZ

Anoche hubo emoción, risas y lágrimas, pero sobre todo hubo arte, del bueno.

Gracias a ti, por invitarme, por hacerme pasar un rato inolvidable.

martes, 13 de julio de 2010

EL YIN DEL YAN

El año pasado estaba en una silla sentada sin poder moverme, por culpa de mi espalda, contando con el apoyo de los de siempre, que para variar cuidaron todo lo que pudieron de mi, a falta de contar con las personas que debería haber estado, esas que cada vez que yo caía se apartaban por si acaso, en vez de arrimarse para ayudar.
Pero eso era el año pasado, cuando por las noches en mi cama me comía de dolor y pensaba que algo muy bueno me estaba esperando, y así podía seguir luchando.
Y vaya si era bueno, ahora ya no tengo que pedir que me acompañen porque ya lo hacen, y de que manera.
Ahora vivo lo que nunca imagine que viviría, y todavía a ratos se me corta la respiración.
Ya no hay más ausencias sin motivo, más peticiones de cariño, ni más días de enfado por sentirme un cero a la izquierda.
Ahora cuento con alguien que cuenta conmigo, y de que manera.
Este verano me estoy resarciendo de mis anteriores años en precariedad de salud y amor, entre otras cosas.
Esta vez no soy yo la que ayudo sin tregua, la que tiro del carro, y la que da todo sin pedir nada a cambio, en este momento recibo lo sembrado, que era mucho, y lo agradezco cada momento que pasa, sin olvidarme de nadie, y sin arrepentirme de lo hecho en un pasado.
Si todo lo que me toco pasar era para llegar aquí, todo lo pasado era necesario.