miércoles, 8 de octubre de 2008

PARADITA EN EL TALLER

8:30 a.m. Taller de arreglos internos:
-Pase por favor, desnúdese, y póngase esa bata tan mona que tenemos aquí para que la use tol que entre, en plan comuna, así la sude o no.
-¡¡Puagg!!
-Ale, tómese esta rica papilla hecha de trozos de pared de una sala que estamos reformando, y nos ha sobrado, mire que buena pinta tiene.
-¿¿Ya?? Bueno, pues le informo, ahora se va a dar paseos, y cada media hora le llamaremos para verle tol aparato de digerir.
-Pero, ¿cuanto tardan? (ingenua de mí)
-Uy, se me olvidaba, pues de 3 a 5 horas.
-La madre que le parió, ¿y no me puede avisar antes?
-No, pensé que lo sabía.
-Pensaste, majete, enhorabuena, pero si en el taller de la seguridad social no sabéis lo que eso.
En fin, a pasear se ha dicho, y a todo esto sin tener combustible ni agua en el deposito. Y cada media hora, para dentro, ala, desnúdate, ponte la bata de la comuna, y túmbate, ahora hacia arriba, ahora hacia abajo, ahora tocate... (einns, eso creo que lo imaginé).
-Parece que esto va bien, ahora te vamos a hacer daño, que sino esto no mola, ¿¿quieres??
-Claro, hijo d.. , perdón, buen señor, lo que me diga, que para eso es usted el mecánico de personas humanas.
-Te voy a aplastar todo lo que aguantes, es para verte mejor, y no te extrañe que cuchichee con el médico este de aquí, el de cara panoli, es que nos gusta que os penséis que tenéis algo chungo, pero en realidad lo hacemos para que parezca que entendemos de algo, ¿¿te parece bien??
-Si, claro, buen hombre, lo que quiera, si yo lo entiendo todo, si total, llevo aquí 3 horas, muerta de sed y de hambre, y cansada de tanto caminar y ver el recinto turístico y la fauna autóctona en general, lo que quiera, adelante.
Y por fin, escuche la frase:
-Ya está, todo muy bien, ¿has visto que rápido? Vuelve cuando quieras.
-Sí, claro, para después del puente vengo otra vez, pero con amigos, gilipollas, y nos das un cachi de papilla pa todos, pero de otro color, que el rosa es de marigays, no te jode.
-En fin, esto ya es pasado y al desayunar se me olvido tol rencor, y le perdoné, pobre, es especial, como todos los que trabajan en ese taller, al que es mejor ni asomarse, no sea que salgas con una pieza cambiada. Aunque ellos no se equivocan nunca, son perfectos.
Que lo sepáis...!!

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