NOCHE....

Las noches de por si son especiales, pero si es verano y hay luna llena, lo son aun más.
Todo fluye lentamente con cuidado y el silencio nos acuna mientras dormimos.
Los problemas nos dan tregua, el mundo es diferente, el tiempo parece parar, estamos más relajados y todo toma un cariz casi mágico.
La luna nos alumbra en la oscuridad de la noche, haciendo que todo parezca más claro en nuestro interior.
Las noches de luna llena, me gustaron desde siempre, es el tiempo de la pausa, del descansar del día a día; es el tiempo de apreciar lo que nos rodea, dejarnos llevar por el instinto y ser nosotros mismos sin interpretar ningún papel.
Dormir en brazos de alguien, sentarnos en silencio y simplemente ser, pasear mientras la ciudad duerme; todo lo que por el día carece de significado; situaciones que sólo por la noche adquieren un valor especial..
Y entonces sentimos que todo es perfecto, todo está bien, no necesitamos nada más.
Verdaderamente estos momentos hacen que todo cobre un sentido nuevo en la vida.
Hay que aprovecharlos con intensidad, son únicos, al igual que cada uno de nosotros.

"Y vi de pronto el cielo desgranado y abierto, la noche arrolladora, el universo"