martes, 21 de septiembre de 2010

¿MADRE NO HAY MÁS QUE UNA?

Se me erizan los pelos de pensar hasta donde puede llegar un ser humano por despecho.
También debo decir que todos no somos iguales, y yo tengo claro que nunca llegaré a ciertos límites solo por el mero hecho de hacer daño. ya me vi en la situación y no fui capaz, gracias al cielo.
Si no sabes encajar la derrota, no lo pagues con tus hijos, porque no tienen la culpa, aguantate o cambia pero no hagas daño deliberadamente a dos personas que deberían ser lo mas importante para ti, si tuvieras moral, que yo creo que ni eso.
Y así nos encontramos, con un padre que adora a sus hijos, y unos hijos que adoran a su padre, pero que por cuestiones legales tienen que aguantar a una madre con problemas psiquicos evidentes, que les trata a base de prohibiciones y a la que lo único que la importa es el dinero que pueda llevarse, o con quien salga o entre su ex-marido, ahora que ya es tarde.
Y luego está la maldita justicia que permite todo esto y más, sin pararse a pensar en los niños.
Llegados a este punto entra en juego la paciencia, o la usas o te dan ganas de cojer una recortada y...
Nos quedaremos con lo bueno, porque si no, nos quedaremos con el fin de semana en la feria, y las caras de emoción, y las risas, los abrazos y el cariño que se desprendió, y pensaremos en el próximo fin de semana, y en hacer planes para exprimir el tiempo que podemos compartir por el momento.

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