Si, me gustan los hippies perro-flauta, como les llama un amigo mio, y me encanta que la ciudad se llene de arte, accesible a todos, dejarte llevar por el ajetreo de estos días, en el que Valladolid es más sociable.
¿Cuanto vale el pasar un buen rato y olvidarlo todo, a cambió de reír sin parar y quedarse con la boca abierta al ver lo que son capaces de hacer unos artistas callejeros?
Si señor el arte al alcancé de todos, como debe ser.
Esta semana yo también voy a ser callejera.
Que lujo de festival, y que lujo poder disfrutarlo con la salud por delante.
PD: La foto va por ti, Mariaje, que pedazo de espectáculo, ¿verdad?.