lunes, 20 de abril de 2009

¡UN VIAJE, POR FIN!

Lo hice, por fin, conocí Lores.
No sé las veces que el Vikingo había intentado llevarme y al final lo consiguió, y allí pasamos el fin de semana, y aunque el final no fue el mejor dado que el domingo tuvimos que regresar rápidamente porque el "Señor de mis Entrañas" se puso bobo, todo lo demás me llenó por completo. La montaña, los caballos, el río, la lluvia, el calorcito de la lumbre, las patatas a la lores, el pedazo de cuerno de Ciervo que encontré, el Buitre Negro que me sobre-voló ( Petux que ilu), y el despertar con "La Campanera" de fondo, me hicieron volver un poco a ser la de antes de todo el caos, y volví con el corazón un poco mas puro y mas sosegado.
Mención a parte se merece el Vikingo, no pudo cuidarme mas, era imposible, aunque al final no pudo darme la sorpresa del viaje a Santander el domingo por la mañana, se lo agradezco igual, o mas.
Repetiré seguro, pero antes debo ponerme las pilas con algunos asuntillos que he vislumbrado en la soledad del campo y que dejan al descubierto algunas debilidades que me hacen tropezar, eso es lo bueno de salir fuera, que puedes llegar a ver lo que te ocurre por dentro.
Esto ha sido un viaje de lo mas completo.


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