viernes, 23 de julio de 2010

LOS BUITRES MEJOR LEJOS (Menos los que vuelan)

La gente se pierde en rumores y mentiras, con lo fácil que es vivir sin deber nada a nadie.
Me he dado cuenta (una vez más) de la suerte que tengo al rodearme de gente que se llena la cabeza con conocimientos necesarios, como la cultura, gente que no te pregunta nunca cuanto ganas y dónde trabajas, o porque tienes un coche grande.
Las circunstancias han querido llevarme a conocer a tipejos rastreros y mentirosos, que no hacen más que dejarse llevar por la pareja de turno, no menos aprovechada, y consumir hasta no poder más, amén de dejarse la cuenta de ahorros en ello y seguir con cara de amargados.
No saben disfrutar del paisaje, si no tienen una tienda cerca, o un restaurante caro, dónde poder suplir sus carencias afectivas a base de empachar sus conciencias, para luego querer empezar un régimen que no sirve de nada.
Orgullosa estoy de mis viajes con el seat-ritmo y el Petu, a destrozarnos la piel por ver cosas, y saborear cada minuto de ocio, aprendiendo de aves, plantas y costumbres ajenas.
Orgullosa estoy de mi gente, con la que puedes empaparte de conocimientos una tarde en una terraza, por 4 euros. Sin tener que despellejar al vecino.
Y orgullosa estoy de perder de vista a gente con malas artes, y pegarme a alguien que quiere compartir conmigo viajes de atardeceres, mañanas y noches, sin tener que consumir más de lo necesario.
He dicho.

1 comentario:

Ars Natura dijo...

Pues eso, quédate con lo mejor y lo demás, lo desechas.

Un abrazo.