domingo, 10 de abril de 2011

UN PARON OBLIGADO

El viernes a las 2 de la mañana mi madre ingresó en el hospital, por primera vez en su vida. Nunca estuvo enferma, nunca la operaron de nada, espero que eso siga así. Para eso ya estaba yo, que llevo unas cuantas, ahora la toca a ella estar al otro lado, y a mi cuidarla, que se lo ha ganado a base de bien. El susto fue grande y me cojió desprevenida, lo pasé mal, pero ahora ya va todo sobre ruedas y las cosas se ponen en su sitio. El fin de semana se facilitó gracias a mi hermano, y mi nueva familia que me lo pusieron todo más fácil. Se agradece salir del hospital y ver reír a los niños, y dejarte querer para cojer fuerzas nuevas. Faltó el de siempre, ese que consintió dejarse comer la vida por dos víboras malsanas, pero por lo demás todo va como tiene que ir, y si sigue así pronto saldrá de allí para seguir adelante. Este verano me la llevo a ver el mar, porque no lo conoce, y no me lo perdonaría, se lo debo, bueno la debo eso y la debo la vida, no sé si me dará tiempo a pagarle todo, haré lo que pueda.

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