A veces arriesgar vale la pena, aún cuando dejes restos por el camino.
Yo gané.
Hoy me alegro por el adiós que dolió pero era necesario, y por haberme embarcado en la aventura más arriesgada de mi vida.
No me arrepiento de nada pues sólo he recibido cosas buenas, y a cambio perdí lo que hacia tanto que sobraba pero duele dejar por haberlo cogido cariño.
Perdí sólo el miedo a disfrutar y a cambio me llevo unos cuantos buenos amigos, para lo que me resta de vida, espero.
Eso y alguien que por nada del mundo pensé que conocería y menos en estas circunstancias.
Ahora llega el momento de agradecer.
Gracias a ti, brasileño por todo tu tiempo y tu cariño, ojala allí encuentres lo que aquí ya dabas por perdido.
Gracias a ti, arquero por colarte en mi vida espero que para años mil.
Gracias a mis amigos que ayudaron a que todo esto pasara, sin juicios y sin dudar en echar una mano o en el caso de mi chiki más de una.
Y gracias a los que me lo pusieron difícil porque ahora se valorar más las cosas.
Que bueno es perder el miedo, de vez en cuando, que bien sienta la victoria cuando sabes que es merecida.
PD: Que Dios te bendiga por todo el bien que me hiciste...
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