Aprendí, mientras en mi cuerpo no paraba de moverse el virus de la gastroenteritis, que un año más apareció para dejarme claro que lo hago por las buenas o por las malas.
Aislé mi cabeza de mi corazón y vi que no saco nada bueno intentando estar a bien con las personas que no se dejan querer, y que las decisiones de los demás hay que aceptarlas aunque no nos gusten, aprendí que el el despecho es malo y no puedo tenerlo en cuenta si la persona que lo sufre es alguien que me importa, pero sobre todo aprendí que esperar no significa perder a nadie, que a veces es bueno dejar pasar el tiempo y no intentar arreglarlo todo "Ya".
De pequeña el miedo a perder a la gente que quiero era la batalla del día a día, pero por fin comprendí que la gente no desaparece por las buenas, cómo en mi infancia, y que no soy dueña del destino de nadie, salvo del mio propio, y lo que tenga que ser, será, así que más me vale aprender a aceptarlo de verdad, si no quiero volver a empantanarme llena de dolor y de pena otra vez.
Me parece que está vez el parón que me dejo débil por fuera, me fortaleció por dentro.
Bien, por mi.
2 comentarios:
Espero que tengas bien clara la diferencia entre APRENDER y COMPRENDER.
la tengo, tranqui.
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