viernes, 29 de enero de 2010

PIENSO QUE..

Prometemos cosas que no podemos cumplir,
porque nos creemos dueños absolutos de las emociones
y estamos seguros de poder controlarlas siempre, ¡¡gran error!!
Y cuando metes la pata te sientes culpable por partida doble, por fallar y mentir.
Si ya lo dice el refrán: "Uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios."
La mejor promesa es la de no fallarse a uno mismo, con cumplir eso ya debería valer.
¿O no?
La otra opción, es la de la foto, efectiva pero dolorosa, así que lo mejor es pensar bien lo que sale de tu boca, porque hablar antes de tiempo te puede llevar a pasarlo mal, lo sé de buena tinta.
Aplicate el cuento bonita...


miércoles, 20 de enero de 2010

lunes, 18 de enero de 2010

TERREMOTO DEL DEMONIO

Estoy cansada del populismo gratuito de unos cuantos famosos cada vez que en el mundo de los pobres hay una desgracia, mencion especial a Shakira, que ha dicho la perla más grande desde que este terremoto ha sepultado tantas vidas en Haiti. "Hay que aprender que lo material no importa, deberiamos vivir con lo imprescindible".
Pues nada bonita, hala y deja de vivir con tanto lujo y vete allí a echar una mano, que con las donaciones que haces te crees que ya has ayudado, y luego sigue así el resto del año.
Me quema las entrañas, la publicidad barata de esta gentuza y sus "reflexiones para salvar el mundo" de tres al cuarto.
Un pueblo entero se muere porque los demás nos lavamos las manos, empezando por los puñeteros políticos que sólo con mover un dedo acatarían con esta desgracia en un minuto, pero no, tenemos que ser los de siempre los que echemos una mano en menor o mayor medida.
Y mientras tanto el show sigue en los telediarios, mostrando una y otra vez las imágenes del horror, que vemos mientras comemos gustosamente en nuestra casa, quejandonos porque la sopa está demasiado sosa.
Miren como se mueren de dolor, pobrecitos, mientras el señor Obama está de vacaciones, pasen y vean el maravilloso circo de los horrores... mientras ensalzamos a los cuatro ricos que donan cuatro duros, que nada les supone y los llevamos al altar.
No puedo con tanta hipocresia, y tampoco con no poder hacer nada por ellos, que la única culpa que tienen es haber nacido allí.