miércoles, 16 de diciembre de 2009

DELICIOSA SORPRESA

Hay días negros, en los que todo lo que haces sale mal, por más que te empeñes en intentarlo, al final se te da la vuelta del reves.
Hay días grises, en los que todo va normal, sin alteraciones de ningún tipo, pasa el tiempo entre la rutina y ratos de ocio, si pena ni gloria.

Y hay días del color que más te gusta, el mio es el verde. Son esos en los que no pierdes el bus, ves a gente que no esperas, estas de buen humor aunque llueva y todo te parece bien, aunque no lo esté.
Yo tuve hace poco uno de esos días en los cuales alguien se molesta en prepararte un cena de cinco tenedores, y además no te lo dice para que te quedes pasmada cuando lo veas.

Uno de eso días en los que ese alguien se toma la molestia de preparar todo eso que te gusta y te sienta bien, para que veas que se preocupa en saber tus gustos.

Y si sabes que ese alguien ha tenido un duro día de trabajo y no le ha importado meterse en la cocina un buen rato para que tu cenes de vicio, pues lo valoras el doble.

Así que lo menos que puedo hacer es darte las gracias desde aquí, por este detalle que me hace confirmar lo mucho que me quieres, y lo mucho que sabes dar cuando la ocasión se presta.
¡GRACIAS CORAZÓN!


Eeh, espero que se repita... es que a lo bueno uno se acostumbra enseguida, jo.