martes, 24 de noviembre de 2009

A VIVIR, QUE SON DOS DÍAS

No entiendo de leyes para eso ya hay otros, pero si de justicia y creo que hay poco de las dos en le caso de una familia que se fue de vacaciones y al volver no pudo entrar en su casa porque estaba ocupada por una mujer y un niño.
Y así llevan un año, pagando todas las facturas porque si no perderían el piso de verdad, y viviendo en la tienda que tienen al lado.
Y yo me alegro, si, porque en agosto me mudo a casa de mis jefes.
Me llevo al Vikingo, al perro y a mi madre, ale, en plan gitano, yo creo que cabe alguien más, así que si estáis interesados dejad vuestro teléfono y os llamaré.
Encima nos vamos al lado de la plaza mayor, en todo el centro, ¿qué más se puede pedir?
Digo yo que para dos años tendremos alojamiento, que no es poco.
Pierdo un trabajo pero gano en calidad de vida, no veas que piso tienen...
Y a lo mejor, no prometo nada, hablo con mi jefe de un asuntillo que tenemos a medias y consigo que nos lo regalen.
Así que estoy contenta de que el prigao que hizo esa ley exista, una ley que ampara a los delincuentes y desprotege a los de siempre.
Pues será cuestión de cambiarse de bando.
Al fin y al cabo siempre llevé una okupa dentro...



lunes, 16 de noviembre de 2009

viernes, 13 de noviembre de 2009

A BUENA HORA

Cuanto interés repentino por mi
después de tanto tiempo...
Me llamas porque me extrañas,

me pides que te explique lo que sucede contigo,
me dices que me quieres y me echas de menos
y culpas a los demás de mi lejanía.
Querido mio, no sabes con quien te juegas lo cuartos,
la culpa de todo esto es tuya, sólo tuya.
Pero tranquilo, si tanto me quieres, me tendrás.
Y no sabes de que manera.
A lo mejor después eres tu quien quiere alejarse,
en cuanto te diga la verdad a la cara.
Te refugias en el teléfono porque sabes
que cara a cara estas perdido.
Esta vez se cumple el dicho;
el tiempo pone a todos en su sitio.
Y yo encantada de ponerte en el tuyo.
Eso si, cuando tenga algo de tiempo,
o si me acuerdo.
Las cosas poco importantes
se me olvidan con frecuencia.

"
Vienes a decirme que yo soy esa persona
que has sabido darte lo que el corazón no borra,
ahora te equivocas
A buena hora vienes a curar el alma que dejastes rota
Y a cambiar mi vida porque ahora se te antoja
A buena hora..."